Me han
dicho que doy buenos consejos. En mi vida anterior como abogado, la gente
incluso pagaba una buena cantidad de dinero por mi consejo. Cuando me
presentaban una pregunta o cuestión, soy muy bueno pasando por alto lo
irrelevante, especificando mi enfoque y llegando a un pensado, bien razonado
plan o solución. Esto asumiendo, por supuesto, que la persona buscando consejo
o guía es otra persona aparte de mí mismo. Cuando se trata de enfrentar alguno
de mis propios problemas, casi siempre tengo problemas encontrando un lugar en
el que pueda ser objetivo. En cambio, tiendo a ahogarme en mi propia visión de
túnel. Eventualmente salgo al otro lado, pero el camino tomado es a menudo
mucho más sinuoso que el que me gustaría.
Lo mismo
sucede cuando llegó el momento de enfrentar un momento particularmente bajo en
mi carrera fotográfica algunos años atrás. En un esfuerzo para asegurarme de
que tomaría cualquier trabajo o comisión que pasara tras la puerta, trate de
ser todo para todos. El simple hecho, sin embargo, es que mientras todas las
cosas para todas las personas puede sonar como una buena idea, es definitivamente
no la primera parada turística en el camino al éxito. Ser un generalista en
todo te detiene de ser excelente en una o dos cosas.
Necesitaba
un nicho.
¿QUÉ ES UN
NICHO?
Cuando vas
directo a algo, tu nicho es tu marca- o por lo menos una extensión de ella. Es
la luz titilante de neón en tu ventana que le dice al mundo lo que haces y por
qué ellos deberían contratarte para que lo hagas para ellos. Esto no significa
que tengas que quedarte en un lado del mercado que sea tu área de experiencia,
pero si significa que por lo menos tienes un área de experiencia. Como muchas
cosas, esto es mucho más fácil decirlo que hacerlo. Puedo gritar desde los
techos que soy un fotógrafo de bodas, pero simplemente gritarlo desde ahí no
trae a los clientes a tu puerta. Y sólo para estar claros, el talento por sí
solo no los trae a tu puerta- también tienes que hacer tu tarea.
NADIE DIJO
NADA ACERCA DE TAREA!
Relájate.
Las probabilidades son que ya lo estés haciendo y ni siquiera te has dado
cuenta. Básicamente estás tratando de responder dos preguntas. La primera es, “¿Cuál
es tu foto ideal?” La segunda (y probablemente la más importante) es, “¿Quién
es tu cliente ideal?” Estás en el negocio para hacer dinero, pero también
quieres hacer lo que amas. La clave es descubrir lo que amas y encontrar gente
que quiera pagar para que lo hagas.
El primer
paso es darte cuenta que no puedes hacerlo todo. Que la mentalidad de todas las cosas para todas
las personas que mencioné antes puede sostenerte por un periodo de tiempo, pero
eventualmente la calidad de tu trabajo va a sufrir. Ser capaz de dedicar tu
tiempo y tu arte en un acercamiento mucho más específico con esperanza te
llevará a clientes que te sonstengan en el largo plazo.
Responder a
estas preguntas que te llevarán a este punto no siempre será fácil. Aprender tu
mercardo, adaptar tu modelo de negocio y un montón de introspectiva te llevará
buena parte del camino. Sin embargo recuerda, que el deseo de ser brutalmente
honesto contigo mismo es esencial. Sin esa honestidad, todo el ejercicio es por
las puras. Excepto en raras circunstancias, como que seas el único que es nuevo
en el mercado. Tu potencial de clientes ya está en su lugar. Si no puedes ser
honesto- y realista- acerca de tu producto, tú y tus clientes ideales quizás
nunca tengan la oportunidad de encontrarse.
ENTONCES,
¿QUÉ HAGO?
No hay una
lista de cosas por hacer ni una fórmula secreta para esto, pero hay algunas
cosas que se deben tener en mente a lo largo del camino.
Para comenzar,
olvídate de tu zona de confort. No para sonar como tu padre, pero cualquier
cosa que valga la pena tener, vale la pena el trabajo, y eso significa abrir
tus alas y tomar algunos riesgos- riesgos calculados, pero riesgos igual.
La
adaptabilidad es importante. Los mercados cambian y tú también. Lo que amas
acerca de la fotografía ahora puede no ser lo mismo que amabas acerca de ella
hace cinco años. Tu enfoque variará o cambiará a lo largo del tiempo y tienes
que estar bien con eso. Mantén tus ojos y oídos abiertos. Reconoce los cambios
y está siempre listo para abrazarlos e incorporarlos cuando ocurran.
Encontrar
lo que amas no significa ignorar el resto de cosas. Piensa acerca de los
clientes de bodas que regresan a ti para sus retratos familiares cuando
comienzan a tener hijos, y luego cuando necesitan retratos de sus ejecutivos en
sus negocios. El negocio de la fotografía está construido parcialmente en
relaciones. Si este es uno de los clientes ideales de los que hablábamos antes,
el trabajo por lo menos está parcialmente dentro de tu nicho.
ESCUCHA A
TU CEREBRO, PERO NO OLVIDES TU CORAZÓN
Los
artistas no siempre son los mejores empresarios y los empresarios no siempre
son los mejores artistas. No te dejes caer en esa trampa. No hay mejor alegría
que despertar en la mañana (o en la tarde) y ser capaz de sostener a tu familia
(económicamente) capturando luz en una caja y usándola para contar una
historia. Encontrar tu nicho elevara esas historias y te ayudará a asegurarte
que seguirás contándolas.
Lecturas
adicionales: “Photography Business Secrets” por Lara White es un exceente
libro, cubre marketing y otros fundamentos de negocio para fotógrafos.
“Comfort
Zone” es una imagen con la que me tropecé en el internet hace algunos años y
una copia cuelga en mi oficina. Aunque he visto variaciones, Lamentablemente no
puedo darle crédito al autor.