Ser fotógrafo puede ser muchas veces un prospecto solitario.
Incluso los fotógrafos que suelen trabajar con gente como tema o en calles
llenas tienen que pasar incontables horas solos, editando su trabajo. Este solo
hecho hace aún más importante que los fotógrafos busquen activamente y formen
comunidades, si no para el bienestar de su trabajo, entonces por lo menos para
el bien de su vida social y salud mental.
Unos años después de mudarme a Atlanta fui invitado a una
reunión de fotógrafos locales. Luego de unos meses resultaría ser una reunión
mensual, por lo menos por un tiempo, y fue responsable de uno de mis mayores
periodos de crecimiento como fotógrafo
Esto no era necesariamente porque la reunión era
particularmente informativa o instructiva, pero porque el ambiente era
refrescante y era bueno conocer a otros fotógrafos de diferentes entornos en un
campo casual y no-competitivo. Fue como estar de regreso a una muy buena clase
de la universidad, con la diferencia que ahora de verdad tenías una idea de lo
que estabas haciendo.
Conocí mucha gente y aprendí sobre y cómo comprender los
diferentes campos de la fotografía y cómo ellos llegaron a estos. A un montón
de estas personas ahora llamo buenos amigos, y varios de ellos me han ayudado a
obtener un número de trabajos bien pagados desde ese día.
El grupo también me proveyó de diferentes oportunidades que
podrían ser difíciles de encontrar fuera de un aula. Teníamos una crítica
mensual del trabajo de cada uno, discutíamos sobre nuevos software o nuestros
antiguos favoritos que siempre usábamos, incluso teníamos expositores
invitados.
Ahora, estas son cosas que por supuesto pueden ser emuladas
por sitios web de noticias y grupos online, pero hay algo que se pierde en esa
experiencia. Esto daba una mucho mayor y confiable cuenta de primera mano. Había
una cara que asociar con las recomendaciones de lentes, alguien de verdad se
paraba frente tuyo a explicarte la nueva técnica que tú habías leído varias
veces pero nunca habías intentado. En serio se sentía mucho más tangible y,
como resultado, más satisfactorio.
Esta satisfacción no sólo era a nivel informacional. Había
una energía dada por el grupo en casa salida. Es fácil cansarse durante esas
largas editando tus fotos o incluso si estás en una tira de poco deseables
trabajos, pero cada vez que dejaba el grupo, sin importar mi estado mental
anterior, me sentía bien.
Me sentía bien, y no solo sobre mi fotografía, pero también acerca
de mí mismo en general. Me sentía energizado, y usualmente salía caminando con
una idea rondando en mi cabeza sobre un proyecto personal que quería intentar
luego de hablar con alguien acerca de su trabajo.
Como mencioné antes, lamentablemente nuestro grupo no duró
más que algunos meses, pero las conexiones personales que hice, ya información
que conseguí y la emoción re-vigorizante que eso me dio hizo que esa sea nada
menos que una increíble experiencia.
Como resultado, les recomiendo que busquen su propia
comunidad fotográfica local. Si no existe alguna, hagan una. Este grupo no existía
antes que algunos líderes del grupo decidieron un día crear uno aleatoriamente.
Lo mismo se podría decir de ti y tu futura comunidad fotográfica.
1. Decide lo que quieres
Decide lo que quieres del grupo antes de que lo comiences. No
dejes que el grupo lo decida. La democracia es una gran cosa pero algunas
veces, como en situaciones como esta, solo significa un mensaje borroso de lo
que quieres lograr. En lugar de satisfacer a todos usualmente solo te quedas en
un caos absoluto.
Decide lo que quieres que sea el propósito del grupo y
establece eso de antemano. Si quieres que sea para críticas, entonces asegúrate
de decirle a la gente que tenga trabajo listo para mostrar. Si solo quieres que
sea un grupo casual de cena que comparte historias, entonces asegúrate que la
gente lo sepa.
Con eso dicho, también deja que el grupo crezca. Una de las
razones por las que digo que no lo dejes a votación incialmente es porque el
grupo encontrará su camino natural gradualmente basado en los intereses de los
miembros.
2. Manténlo casual
Sin importar la intención del grupo (críticas, conversación o
lo que sea) necesitas mantenerlo casual. Esto no es un trabajo, es una forma de
conocer gente nueva. En el momento en que esto se convierte en un trabajo
serio, en ese momento lo más probable es que pierdas el interés y también lo
harán el resto de miembros del grupo.
3. Agrega Legitimidad
Una cosa que nuestro grupo local hizo muy bien fue darle al
grupo legitimidad. Esto no era solo un grupo cachivache de alumnos universitarios
tratando de descubrir cómo llegar a su siguiente trabajo, era un grupo variado
de fotógrafos profesionales activos y en diferentes etapas de sus carreras,
todos celebrando un interés común.
Como resultado, la gente quería asistir en serio porque
siempre había alguien de quién aprender, alguien con una perspectiva diferente
o una experiencia diferente que tenía algo que compartir.
4. Sé consistente
Mantén realizando tus reuniones la misma noche de cada mes,
es más fácil de recordar para la gente y si alguien se la pierde entonces
sabrán exactamente cuándo es la siguiente. Simple.
5. Manténlo en rumbo
No pares. No puedo enfatizar esto lo suficiente. Manténlo en
rumbo mientras puedas. Si no puedes seguir manejándolo, dale el mando a otro
pero trata de mantener una comunidad local. Tú, tu trabajo y tu ciudad se
beneficiarán de esto.